viernes, 8 de junio de 2007

UNA MESA INTERESANTE

En la feria del libro Bs As 2007 .Acto fundación Argentina para la poesía .Juntos Antonio Requeni , María Granata , Federico Peltzer Alfredo De Cicco y por supuesto, buena poesía .

FERIA DEL LIBRO BUENOS AIRES 2007



El poeta César Vargas y Leonor en el stand de la provincia de Córdoba

MENCIÓN DE HONOR


Leonor Mauvecin recibe Mención de Honor en el acto de entrega de premios


La Fundación Argentina para la Poesía
tiene el agrado de comunicar el nombre de los ganadores
del Certamen de Poesía “Dr. Nicolás Dodero”

Primero Noemí Beatriz Santiago
Segundo Ruth Fernández
Segundo María del Mar Estrella Gutierrez
Tercero Rubén Balseiro
Mención María del Carmen Suárez
Mención Noland Thaissen
Mención Leonor Mauvecin



al acto de entrega de los correspondientes premios
que se realizó el martes 24 de abril, a las 16,
sala Leopoldo Lugones,
Feria Internacional del Libro.
Buenos Aires 2007

EN LA REGIÓN SECRETA DEL LENGUAJE


Nacida en los últimos cincuenta años
del segundo milenio, Leonor escribe.
En la región secreta del lenguaje
en la memoria, anuda símbolos.
Teje y desteje,
busca
donde mirar y ver y descubrirse.

Carta de Federico Peltzer

El tesorero de la Academia Argentina de Letras

Buenos Aires, mayo 29 de 2007.
Señora Leonor Mauvecin.
Estimada poeta:
He leído con interés su libro de poemas "La caja de madera". El mundo familiar es un recinto a menudo fuente de riqueza para el poeta que quiere evocarlo. Creo que éste es sus caso y que ud., certeramente, trae a las palabras de hoy las presencias de ayer, y junto con ellas la casa mal vendida ("como las esclavas en el puerto"), los objetos,todo lo que atesora la memoria en su afán de rescate.
Elllo dicho en un lenguaje puro, sin acudir a recursos complejos , pero capaz de trasmitir la emoción que detrás se rescata en un afán evocador.
La felicito por su libro y le agradezco su envío

Federico Peltzer

Los poetas comentan la CAJA DE MADERA

From: Rafael F. Oteriño
To:
Subject: La Caja de Madera
Date: Sat, 13 May 2006 19:24:33 -0300

Estimada Leonor: he leído su libro. Cautiva esta saga familiar escrita con versos de limpia transparencia. Así nace la poesía: como una insistencia. Pero de la mano de algo o de alguien, y Ud. lo confiesa: "con mis fantasmas escribo". Es muy honesto y bello. La felicito, R. F. Oteriño





Querida amiga:
Muy bueno tu libro "La caja de madera", que me diste en la Feria del Libro. Me alegro que sigas creyendo que la poesía todavía sirve para transmitir sentimientos, pensamientos, emociones, y que lo hagás usando el viejo y noble oficio, tan maltratado por lo propios poetas. Lo he leído con verdadero interés, siguiendo la saga familiar que subyace en la trama, y sobre todo el buen hacer poético.
Cordialmente, Santiago Sylvester

Comentario de la Voz sobre LA CAJA DE MADERA

Autobiografía desesperada
Por Carlos Gazzera l De nuestra Redacción.
cgazzera@lavozdelinterior.com.ar

En este poemario autobiográfico, sutil, la autora logra desplegar todas sus fuerzas poéticas para desenhebrar las fibras que la constituyen como mujer, como hija, como madre, como esposa, como poeta. En cada verso algo parece volverse impalpable y en esa transformación la poesía cree alcanzar a la vida. “Mi prima tiene guardados / a los abuelos / y a los tíos abuelos / en una caja de madera. (… ) Mi prima los embriaga cada noche / con su cuota de whisky y de olvidos. / Deja respetuosa el vaso / sobre la caja de madera. / Cada noche / silenciosa / teme despertarlos”.

Leonor Mauvecin recorre, entonces, esa cornisa que es el Yo que se vuelve poético. Están los antepasados, está la memoria, pero está en juego el olvido. No se puede vivir los recuerdos familiares sin el olvido, y esa caja de madera que reúne en un solo polvo lo que ese pasado fue, es la garantía más precisa de lo que hoy se es. “Debo escarbar despacio. / Retirar la hojarasca. / Separar el polvo de los huesos. / Acomodar cada cosa en su sitio. / Saber qué hacer con lo que sobra. / Ordenar las palabras.”

La caja de madera está compuesto por 27 poemas; todos muy breves, todos muy directos, en todos el yo poético se muestra en su voz más íntima, más indeleble. En realidad, todo el libro parece ser un único y largo poema–río que, a modo de una elegía, conjura a los antepasados para dotarlos de una memoria. Refuerzan esta sensación de estar leyendo siempre el mismo y único poema la repetición de ciertas palabras, de ciertas imágenes que se van desagregando en diferentes momentos del poemario y, sobre todo, el total estatismo que configura al yo poético. No hay evolución, no hay transformación. El Yo está asujetado, atado a una operación de olvido-recuerdo. Entonces, lo autobiográfico parece brotar desesperadamente a borbotones: “Escribo en la palma de la mano / en el revés / el código secreto. / Nadie habla en voz alta / pero el ojo de la cerradura / espía y sabe. / Altos los anaqueles / en la biblioteca de mi padre. / Hoja a hoja/ mi infancia / como un reloj de arena/ se desgrana.”

Leonor Mauvecin integra junto a los poetas Sonia Rabinovich, Leandro Calle, Rafael Velazco, Rafael Sucari, Liliana Levín, Alfredo Lemon y Julio Castellanos, un grupo literario que han autodesignado con el nombre de Bajopalabra y que se reúne todos los sábados a compartir sus producciones y a intercambiar sus opiniones sobre los escritos de los miembros del mismo. De esta experiencia surgió La caja de madera. De esta experiencia podemos esperar otras “cajas”. Sólo nos resta conocer si tendrán la misma buena y noble madera.